Comenzar a escribir esta ponencia fue algo complejo, pero gracias a un mensaje que recibí a través de Facebook por parte de un académico de mi facultad la idea se me vino inmediatamente a la mente. Hace un tiempo había escuchado hablar del programa Propedéutico de Liceos Prioritarios que imparte la USACH y otras universidades con el apoyo de la UNESCO, y ese mensaje contenía precisamente información acerca de esto.
Este programa consiste en la incorporación a nuestra universidad a los alumnos que pertenecen al 10% superior de estos colegios prioritarios participantes con la intención de darles apoyo en las asignaturas de matemáticas, castellano y física y que rindiendo la prueba de selección universitaria han obtenido menos de 350 puntos, es decir, por el sistema de ingreso normal su puntaje no alcanzaba ni siquiera para postular.
Aquí es donde se entra en el eterno debate de la diferencia entre la educación pública y la privada, donde los últimos tienen mayores posibilidades para ingresar a la universidad ya que poseen mayores herramientas para lograr sus objetivos. Pero estos colegios participantes de este programa buscan que el futuro para sus estudiantes sea distinto y no formar parte de las estadísticas.
Estos estudiantes, que en muchos casos provienen de familias humildes, de escasos recursos o con no los suficientes para pagar una educación superior, probablemente sean la primera generación de estudiantes superiores en sus casas y una oportunidad para generar un surgimiento económico. Todas estas razones son mas que suficientes para “doblarle la mano al destino”.
Si continuaban sin el apoyo recibido difícilmente la situación hubiera cambiado, a lo mejor habrían tenido que salir a trabajar inmediatamente en lo primero que se les presentara, pero el medio en que se encontraron les permitió que las cosas fueran distintas creyendo en sus potencialidades. Y si ellos mismos no creyeran en sus capacidades no habría forma de poder cambiar el panorama, lo más probable es que tomar el ritmo de la universidad les sea más complejo que a cualquier otro estudiante que ingresó por el sistema tradicional, pero una vez tomado, las diferencias solo las marcan ellos mismos, ya que el valor agregado que tienen, ese de las ansias de superación les permita salir adelante.
Ellos son los primeros que deben plantear sus sueños como algo realizable, establecer que con las herramientas que se les entregan son capaces de lograrlos y saber que con mucho esfuerzo y sacrificio se podrán alcanzar.
Este es el discurso de Steve Jobs en la Universidad de Standford. Es sencillamente genial todo lo que dice, por lo menos a mi me llega mucho.
Enjoy
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